viernes, 23 de abril de 2010

Sant Jordi

Saludos lectores,

Cuenta la leyenda que hace muchos, muchos años en la antigua ciudad de Barcelona se asentó un dragón que tenía atemorizada a toda la población. Los caballeros del rey intentaron por todos los medios deshacerse de él, pero fueron pereciendo uno a uno lenta y dolorosamente hasta que ya no quedó en todo el reino un solo hombre capaz de levantar una espada. Los habitantes del reino se vieron forzados a intentar el diálogo con la bestia y acabaron cediendo a proporcionarle al dragón como sustento una joven muchacha a finales de cada mes con la condición de que él no buscase alimento por su propia cuenta y sin consentimiento expreso del Rey. Así pues los meses fueron pasando y cada vez había menos muchachas, menos hombres y menos vida. Un hermoso mes de Abril por pura maldad del azar le tocó a la joven princesa ser ofrecida al dragón como vulgar pieza de comida. El Rey movió cielo y tierra para que aquello no ocurriera pues era su hija su flor más hermosa y su ansia por preservarla le llevó a ser egoísta. Aún así se vio obligado a ceder a las súplicas del pueblo y entregar a la princesa con toda la opulencia del plato más caro y delicioso.


Casualmente pasaba por aquellos lares un humilde caballero conocido por su honor sin par, su gran devoción católica y su gran manejo de la espada. Sant Jordi le llamaban a tal noble, rico, digno y apuesto caballero que frente al dragón sin demora blandió su espada demoledora atravesándole el corazón y liberando de sus garras a la hermosa princesa. La sangre del dragón manó a borbotones, cubriendo la tierra de un rojo intenso y de allí, de pronto, por milagro, por azar o sencillamente por casualidad comenzaron a brotar las más hermosas rosas. Sant Jordi cortó una con su espada y arrodillándose se la ofreció a la princesa que sin un momento de vacilación su mano le dio. Y esta es la razón por la que cada 23 de Abril todos los hombres de por aquí regalan a sus amadas la más bella rosa de las paradas.



Ese mismo día de hace menos años aquí, también por destino o por casualidad, tuvieron a bien fallecer el gran Miguel de Cervantes pluma y voz de nuestra tierra y el gran William Shakespeare pluma, voz y verso de los ingleses que, como siempre, tenían que ser de Europa los extraños y por ello Vivian en otro calendario. Esa es la razón por la que cada 23 de Abril todas las mujeres regalan a sus hombres un libro en honor a la literatura y a su amor.



Últimamente, y cada vez más, hay un movimiento paralelo que como mujeres que son exigen también recibir un libro este maravilloso día pues se creen también dignas de rendir homenaje a la literatura que es capaz de matar dragones, amar por todo lo alto y transportar a mundos paralelos de lo que sucede, sucedió o sucederá.

¡Feliz Sant Jordi!

6 comentarios:

Víctor dijo...

Hay pocas cosas mejores en el mundo que pasearse por Barcelona un día 23 de abril por la mañana.. con el solecito, la temperatura suave habitual, la brisa marina, y las calles repletas de puestos con libros y rosas.

El año que viene debe caer en sábado, ¿no?.. pues el que pueda, que se vaya reservando ese fin de semana para escaparse a Barcelona.

Carol dijo...

Si señor, el año que viene cae el 23 de Abfril cae en sábado. De verdad que es alucinante, jamás veras tanta gente comprando libros masivamente. De hecho hay estudios que dicen que el 80% de las ventas de libros anuales en Catalunya se realizan el día de Sant Jordi. También aseguran que si alguien es capaz de escribir un Best Seller (o superventas) para estas fechas y lo vende masivamente podrá vivir de renta durante más o menos 3 años.
Jaja en fin, si sirve para que la gente lea más maravilloso, yo quiero pensar que la mayoría de los libros que se compren este día no vayan a pasarse el resto de sus vidas acumulando polvo en cualquier estantería.

Víctor dijo...

mmmmmmmmmmm......

Se va echando en falta otro "¡saludos lectores!"......

Carol dijo...

Tomo nota, tomo nota... Pero apunto que estoy en plena época de exámenes. Bastante dura por cierto. Pero lo tengo en mente.

Víctor dijo...

¿Qué tal van esos exámenes? No te quedarán ya muchos, ¿no?

Bueno, ya sabes lo que te toca escribir en cuanto los termines: una entrada dedicada a Saramago.

Me vendrá bien leer esa entrada, porque sólo he leído una obra de Saramago (Ensayo sobre la ceguera), y no sé si es un libro representativo de su obra, o no.

Un abrazo, y suerte para los exámenes que te queden.

Víctor dijo...

Hola Carol. Con todo el tiempo que ha pasado (ejem...) ya me he leído otros dos de Saramago: "La balsa de piedra" y "Pequeñas memorias". Este último me ha gustado mucho, y te lo recomiendo.

Aunque el fallecimiento de Saramago ya ha pasado a la historia. Ahora te toca escribir una entrada dedica a Vargas Llosa, con motivo de su premio Nobel.

¿O estás esperando a que Pérez-Reverte cumpla 100 años, para dedicarle la próxima entrada? :-PPP

Un abrazo