miércoles, 24 de septiembre de 2008

Dune, en toda su gloria

Saludos lectores,

Parece que este va a ser el mes de la Ciencia Ficción… Releyendo mis dos últimas entradas me he dado cuenta que mi amor propio queda herido si no hablo aquí y ahora de Frank Herbert y su obra. En concreto voy a hablar de la saga de Dune, pero únicamente en general y sobre los tres primeros libros. Pues de todos los siguientes únicamente dos más han estado escritos por él, el resto han sido escritos por el hijo del autor que queriendo imitar su estilo lo ha degenerado estrepitosamente. Es a causa de estas innumerables secuelas y precuelas que en muchos círculos es una trilogía no demasiado bien considerada, y digo trilogía porque yo, con toda mi rebosante parcialidad, considero que la obra se inicia con la vida de Paul Atreides y debe concluir con su muerte, pues no en vano es el Muad’Dib, Usul el alma de Dune… De modo que aviso de antemano que, igual por ser una de las primeras trilogías de éste género que como vulgarmente se dice “me enganchó”, soy bastante susceptible en cuanto a Dune se refiere e incomprensiblemente una parte de mi identifica la trilogía con mi adolescencia, es decir, con parte de mi vida.

La mayor parte de la trama sucede en Arrakis, un lejano planeta de otro sistema solar conocido también como Dune, pese a ser un enorme desierto prácticamente inhabitable se trata de un planeta fundamental para el Imperio Galáctico ya que es la única fuente natural de Melange, la especia. La especia lo es todo, se trata de una droga geriátrica que da al consumidor una larga esperanza de vida, gran vitalidad y conocimiento. En cierto modo puede ser algo similar al hongo visionario que usan los Palaneses en La Isla de Huxley. Dicha especia en determinados sujetos especiales puede desatar poderes oculares de visión, conocidos como la presencia. Pero como todas las drogas tiene sus efectos secundarios, una gran dependencia de ella y el azulamiento de los ojos. Paul Atreides, único descendiente perteneciente a una de las casas de la nobleza, es desterrado junto a Jessica, su madre, una bellísima Bene-Gesserit (mujeres sacerdotisas poseedoras de la presencia y pertenecientes a una secta obsesionada con conseguir los mejores genes de todo el Imperio para dar a luz al Mesías, al hombre perfecto que conducirá al Imperio hacia la estabilidad) en la inmensidad del desierto de Dune dónde habitan los terribles Gusanos de Arena que se guían por las vibraciones de la tierra. Dune es la historia de Paul y Jessica y la conversión de ambos en parte del pueblo Fremen. Los Fremen son nómadas del desierto, provienen de la fusión de refugiados de un campo de esclavos y de una serie nativos rebeldes de Arraquis. Fueron relegados a la parte más inhóspita del planeta por ser reacios a comerciar con la especia por motivos político-religiosos. Liderados por Slim “jinete de gusanos” lograron desarrollar unas capacidades extremas de supervivencia y lucha comparables o superiores a cualquier delegación del ejército imperial. Ahora ellos son los encargados de proteger al Muad’Dib, el Mesías de Dune, en su lucha contra el Imperio para conseguir hacer de Dune un lugar más hospitalario para los seres humanos e incluso ver el verde de las plantas y notar la lluvia que cae del cielo.

Dune popularizó en Ciencia Ficción el tema de la ecología, aunque además esta novela habla sobre la supervivencia humana, el poder de adaptación, la evolución y la interacción entre el poder, la política y la religión.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

La unión de ciencia ficción y ecología me han hecho pensar en Hayao Miyazaki.
Especialmente en "La Princesa Mononoke" y "Nausicäa del valle del viento". La visión fantástica y espiritual que tiene este japonés de la naturaleza y el mundo se plasma de maravilla en el estilo de sus animes y en los guiones con final feliz. Son como nuevos mitos, con sus héroes y sus problemas. Me encanta.

Luego también están sus imprescindibles
"El castillo ambulante".
"El viaje de Chihiro".
"Mi vecino Totoro".

Tiene más, pero las más faciles de conseguir son estas. En Youtube he visto en inglés algunas más, en porciones. Si me preguntas, te diré algo sobre él. Evidentemente, todo esto son pelis.

Dani

Carol dijo...

¡Hola Dani!

No deja de ser curioso que comentes sobre palículas en un blog de literatura, pero claro siendo cada vez más artista...todo es arte y el arte es todo. Genial. De las películas que recomiendas vi todas excepto "Nausicäa del valle del viento", asi que queda añadida a mi lista de cosas pendientes.

Veo que todo lo japonés se entrelaza, hoy hablas de películas japonesas y creo recordar que hace nada te leyeron algunos Haikus (obvio hacer patente mi opinión sobre los Haikus...igual en una futura entrada...). De modo que a mí solo me necesitas para que te inste a que comiences a leer algo de Kawabata, por ejemplo.

Víctor dijo...

¡Me encantan los haikus!... espero que hables de ellos bien pronto, yo también tengo pensado hacerlo algún día en mi blog.

Después de leer el resumen de la trama que has escrito, a mi también me resulta "incomprensible" que la puedas identificar con parte de tu vida...¡vaya vida más agitada habrás tenido! Así no me extraña que unos simples trenes no te digan nada...jeje

Anónimo dijo...

el lunes que viene tengo que presentar el trabajo de los haikus.

según como, les haré foto y te lo pasaré. Es un ejercicio muy útil para inspirarse uno...

describen instantes de gozo estético, si no te gustan (bueno, si los odias) es por eso de llevar la contraria a los padres... yo estoy en bellas artes sólo por eso!

Carol dijo...

No, Víctor, mi vida no es para nada agitada. Tengo una vida, por lo general, de lo más monótono y aburrido que puedas imaginarte así que supongo que por eso leo y veo películas, porque parece que viva más. Cuando digo que identifico Dune con parte de mi vida, me refiero a la época en la que lo descubrí y me pasé días y días obsesionada. Incluso me recorrí un montón de videoclubes para encontrar la miniserie de Dune y la de Hijos de Dune ambas teniendo como guionista y dirigidas por John Harrison.

Y Dani, doy por supuesto que el segundo anónimo vuelves a ser tú... Pero bueno, no creo que por que mi padre ande medio obsesionado con los Haikus, y últimamente también con los grabados japoneses, sea la causa de mi poco amor por este arte. De hecho creo que igual es por la extrema simplicidad que tienen... Pero, guardemos opiniones para la entrada de los Haikus que me da pena relegar a Herbert a segundo plano en una entrada enteramente dedicada a él.

Víctor dijo...

jajaja, cuando puse mi comentario anterior pensé que te gustaban los haikus, ¡y resulta que es todo lo contrario!....bueno, en cualquier caso será interesante conocer tu opinión más extensa sobre ellos otro día, y yo te daré la mía.

Lamentablemnte no puedo comentarte nada sobre Herbert, pues no conocía a ese autor hasta esta entrada tuya. Me gusta mucho la literatura fantástica, sobre todo los libros que fantasean sobre la realidad a partir de algún punto de distorsión (tipo "Un mundo feliz", "1984", "Animal Farm"). Por lo que dices (especialmente en el último párrafo de tu entrada), pienso que Dune podría encajar más o menos en esa categoría...

Viene bien también conocer las incidencias que cuentas sobre la autoría de la saga. Una cosa, ¿podría decirme cómo se llama el primer libro, por el que habría que empezar?

Carol dijo...

Pues no, mi amor hacia los Haikus deja mucho que desear...

Y por supuesto que puedeo decirte como se llama el primer libro de la saga, es simple y llanamente DUNE, el segundo se titula EL MESÍAS DE DUNE y ya el tercero (y último para mi gusto)HIJOS DE DUNE. Lo que ocurre es que yo los tengo en una edición muy anituga, vamos en la del 70 ya que los rescaté de la librería de mi abuelo, de la editorial Minotauro. Aunque supongo que habrá otras editoriales que se hayan hecho cargo de reimpresiones más recientes.

Celia Rivera Gutierrez dijo...

¡Hola!
Aquí leyendo tus comentarios y viendo como realmente te interesa la literatura. Escucho sobre películas, de hecho creo haber visto una que probablemente la hayan sacado de la obra que mencionas, no recuerdo su titulo.
Te diré lo que pienso de las películas, limitan la visión y el estimulo de imaginación del que las ve. No existe nada mejor que el libro que las origino. Te lo digo por experiencia propia, Yo leí casi toda la obra de Julio Verne y es maravilloso imaginar todo el panorama que describe, cada lector pone los límites y marcos de su imaginación. Pero cuando vi las películas sentí que estaban mutilando lo maravilloso que yo había vivido en ellos. En las películas se encajona la imaginación a la del actor y la del productor. No existe nada mejor que el libro, para mi manera de ver.
Te felicito por sacar tus escritos de los libros
Un saludo para tí de este México hermoso
Celia

Carol dijo...

Saludos Celia, y gracias por pasarte.
Es cierto que las películas en cierto modo "mutilan" la percepción que uno mismo se hq hecho del libro. Pero aún así a mi tras haber leído un libro me hace gracia ver alguna película basada en él, simplemente por ver percepciones distintas a las mías. No creo que sean cosas que no puedan coeixistir, si un libro es bueno acabará influyendo a algún que otro director que querrá plasmar la obra de otro en una suya ofreciéndola, tal vez, como homenaje. El problema aparecerá cuando solo las películas nos hagan conocer los libros.