viernes, 24 de octubre de 2008

Millennium; Los hombres que no amaban a las mujeres

Saludos lectores,

Recientemente he leído el primer tomo de la serie Millennium del escritor sueco Stieg Larsson. Los hombres que no amaban a las mujeres es sin duda una novela que me ha enganchado de un modo totalmente alucinante y que recomiendo a todo aquel o aquella que quiera pasar un buen rato resolviendo un misterio.

Larsson murió a causa de un fallo cardíaco a los 50 años, antes de ver publicada su primera obra. En Suecia era un reconocido periodista y reportero de guerra conocido sobre todo en calidad de experto sobre grupos de extrema derecha antidemocrática. Durante su vida participó activamente en diversas organizaciones anti-bélicas y fue, fundador, editor, director y escritor de la revista Expo altamente comprometida contra todo tipo de violencia. Escribió varios libros de investigación periodística acerca de los grupos nazis suecos y sobre las intrincadas conexiones entre la extrema derecha, el abuso del poder y los fraudes financieros. Fue amenazado de muerte en varias ocasiones por grupos de extrema derecha radical, esa fue la causa principal de su negación a casarse con su compañera de toda la vida Eva Gabrielsson, su nombre no podía aparecer en ningún tipo de registro para no ser localizado por sus enemigos, así pues todo estaba a nombre de su mujer. Sin embargo, tras su muerte su familia se ha lanzado como buitres a la carroña intentando hacerse con los bienes surgidos del brutal éxito que esta teniendo su obra. Eso si, Gabrielsson al no tener ningún lazo legal vinculado a Larsson no ha podido ver ni el asomo de una corona, todo el dinero está hiendo a parar de un modo completamente mezquino a manos del padre y el hermano de Larsson. Según su mujer, Larsson tenía pensado destinar los beneficios de los libros a la lucha contra la violencia de género y a su propia revista Expo. Tras el “boom” que ha supuesto la serie de Larsson, Gabrielsson cuenta en una entrevista que su marido dedicó tanto tiempo y tanto trabajo a luchar contra la violencia de género porque de joven, durante un viaje de placer con unos amigos, fue testigo una violación y jamás dejó de culpabilizarse por no haberla podido evitar.

Tras conocer la historia de Larsson ya estaba condenada a leerme el libro, así que me hice con un ejemplar. En una primera lectura pueden verse muchas similitudes entre el propio Larsson y el protagonista de la novela Mikael Blomkvist. Ambos son fundadores de su propia revista, Larsson es periodista de Expo mientras que Mikael investiga en la revista de militancia liberal Millenium. Sin embargo, Millenium es una revista especializada en el periodismo de investigación sobre los delitos económicos de las grandes corporaciones mientras que Expo no cuenta ni con los fondos ni con la fortaleza necesaria para ello. Sin embargo, y a diferencia de Larsson que pese a todo su ideal de vida era bastante sosegado, Mikael es un hombre apuesto siempre rodeado de mujeres que a lo largo de la novela lo vemos interactuando con personajes cada cual más sorprendente. Su jefa la bellísima e inteligente Erika Berguer es una mujer casada con un artista de éxito que aún así mantiene una abierta relación con el protagonista. Lisbeth Salander es una joven que aparenta 10 años menos de los que tiene en realidad, una inadaptada social a la que tachan de retrasada pero que sin embargo posee grandes dotes para la investigación. Henrik Vanger, el viejo y rico propietario de las fábricas familiares Vanger que en su día fueron el peso más importante de la industria sueca, ahora están en declive pero todavía no ha perdido su poder… Los hombres que no amaban a las mujeres no es la mejor obra policíaca hasta el momento, pero es un súper-ventas digno de ser leído. Explora temas quizá un poco puestos de moda, pero lo hace de una forma que en tan solo un capítulo consigue atrapar al lector de tal modo que va a verse obligado a acabar la novela de un solo tirón. Por eso lectores, os animo a que no cometáis la estupidez que cometí yo… No intentéis leer esta novela en el metro, pues resulta bastante imposible ni cometáis el gran error de leeros la contraportada porque os aseguro que fastidia nada más ni nada menos que las 400 primeras páginas. Ahora si, tenéis toda mi recomendación (que no es gran cosa) para iniciar la lectura de la serie de Larsson.

¡Buena suerte!

13 comentarios:

Víctor dijo...

Este libro se lo regalaron a Clara hace una semana y ya se lo ha leído. También me lo ha puesto por las nubes, así que me lo leeré algún día...pero tendrá que ser en vacaciones, quizás estas Navidades...me parece demasiado gordo como para leerlo sacando pequeños ratos de aquí y allá (como suelo hacer), habrá que sentarse a leerlo con calma.

Carol dijo...

¡Anda, pero si te pusiste fotografía! Que bien ahora el mundo puede ver tu rostro :)

Pues nada, aprovecha estas navidades para leerlo y ya veras como te gusta o, simplemente, como te entretiene. ¿Y que tal vas con "La Isla"?

Víctor dijo...

Ya lo he terminado... en cuanto tenga un rato pongo un comentario sobre el libro en tu entrada de Huxley, lo prometido es deuda... Me ha gustado mucho.

No pensaba poner foto, pero mira, me he dado cuenta que me gustaba conocer vuestras caras y que a vosotros os pasaría lo mismo conmigo, así que por eso la he puesto.

Carol dijo...

Pues si, hace gracia conocer las caras de los lectores. Me alegro que decidieses poner la fotografía.

Pues nada, espero que encuentres pronto un hueco para escribir tu opinión sobre "La Isla" porque realmente tengo ganas de conocerla. (Aunque ya me hayas adelantado que es buena)

Celia Rivera Gutierrez dijo...

Carol aqui saludandote y viendo historias aunque sea condensadas.

Un abrazo de mi parte y una gran saludo.

Hasta pronto

PD. Interesante eso que los hombres no quieren a la mujeres

Carol dijo...

Bueno, gracias Celia por pasarte.
Si, realmente es un li bro interesante...

Anónimo dijo...

el título es sugerente, y qué necedad de editores de estropear la novela con spoilers en la contraportada

s

Carol dijo...

Pues si, amor, realmente qué necedad de editores... Una cosa es que yo haga spoiler en mi blog de cada uno de los libros que por aquí aparecen, pero en el mismo libro!!

Carol dijo...

Me parecía demasiado ostentoso decirlo en una entrada, pero como también me hace ilusión hacerlo saber al mundo pues lo pongo discretamente en un comentario en esta entrada, que es dónde debe estar. Resulta que he participado en la campaña publicitaria del lanzamiento del segundo tomo de la trilogía de la serie Millennium. Ya no solo podréis leerme en mi propio blog, sino que de vez en cuando podréis oír mi voz pronunciando una escueta frase en cadena Ser y Onda Zero.

¡Siempre hace gracia salir por la radio, oye!

Anónimo dijo...

se escribe 'yendo' y no 'hiendo'

Anónimo dijo...

ojalá que los dos siguientes sean iguales, ¡engancha!.Me duro una semana.

Melisa Reinhold dijo...

Es un excelente libro, me leí toda la saga de libros y fue fascinante. Tal vez en el tercer libro me cansó un poco en un principio al tener que resolver cabos sueltos para la edición especial de su libro de bolsillo y los temas judiciales, pero aun así el final fue espectacular.
Debo admitir de que me quedé con ganas de que pasara algo más con Lisbeth y Mikael... En fin, no es nada de ninguno de los dos, especialmente de ella.
El libro es mi referente de lo que quiero ser de grande, aunque siempre quise algo relacionado con la literatura, el periodismo de investigación me encanto, pero lo que más me gustó fue el papel de Erika. Ojala algun dia llegue a tener un puesto de tal privilegio.
Un beso enorme, gracias por el espacio

Carol dijo...

¡Hola Melisa!
Gracias por pasarte por mi blog y por dejar tu opinión :)

Lo cierto es que se nota que es una saga inacabada. El final es un poco sorprendente no? y te quedas ahí en vilo esperando a saber más...pero sabes que nunca sabrás más porque el escritor ya no puede escribir más. Aún así no es una simple novela policíaca, altamente recomendable.
Y yo desde aquí te animo a que sigas insistiendo en destacar en el campo del periodismo de investigación, en el mundo hacen falta buenos periodistas que cuenten las cosas tal como son. Con las verdades que duelen y las que no. Así que si quieres convertirte en una Erika real no dejes de intentarlo.