domingo, 31 de agosto de 2008

De vuelta tras las vacaciones

¡Saludos lectores!

Ya vuelvo a estar en Barcelona, y no para dos días sino para quedarme. Éste verano ha sido poco fructífero en cuanto a libros se refiere, debido a mi ya comentado viaje a Cuba dónde estuve demasiado ocupada reteniendo en mi cerebro todas las imágenes y sensaciones que se me presentaban como para abrir un libro. Dicho sea de paso también tengo que achacarle las culpas de mi insatisfactoria lectura veraniega a los amenazantes, y ya próximos, exámenes de Setiembre que me obligaron durante mi, ya mucho más relajada, estancia en mi querido pueblo de Olmeda de Cobeta a hacer vida de ermitaña y a abrir otra clase de libros.

Con estas extensísimas disculpas quiero iniciar el tema para hablar sobre mis dos únicos, viudos y tristes títulos que he leído este verano que como bien creeréis todos ambos suceden en Cuba. El primero, que tubo el privilegio de ser prácticamente acabado durante el trayecto de ida y vuelta, fue Así en La Habana como en el cielo del escritor gallego J. J. Armas Marcelo. Marcelo coronándose co-protagonista narrador omnisciente y omnipresente de su novela, con una finísima narrativa impactante de la que cuesta unas páginas acabar de acostumbrarse y unos días acabar de desprenderse, nos muestra las más íntimas vivencias de La Tribu formada por personajes reales o imaginarios que se descubren y se esconden alternativamente a lo largo de los capítulos. Hiram Solar, el ingeniero negro también conocido como Harry debido a su gran parecido con el cantante Harry Belafonte, descendiente de esclavos, hijo trinitario que malvive en La Habana y sigue malviviendo en Miami. Pedro Infinito, viejo, verdadero lobo de mar, acompañante de las mil y una peripecias del gran escritor Ernest Hemingway, piloto del pilar, dueño y señor de las aventuras y desventuras de Papá pero convertido en atracción turística por su inacabable e insaciable verborrea. Petra Porter, ex modelo de París, Santera de pies a cabeza, bellísima mulata de cuerpo de gacela que busca renovarse yendo de cama en cama. Zeida Olivar, alias botellita de licor, pequeña, hermosa y redondita, figuraba ser la mejor bailarina de la habana, una segunda Alicia Alonso, pero ama al alcohol y odia a la Revolución. Cabeza Pulpo, un totalmente corrupto policía, enamorado hasta las trancas de la pequeña Zeida, desespera por acabar con Hiram Solar causante aparente de su accidente, es un loco de atar que toma por sus riendas la justicia, todo en nombre de la Revolución; patria o muerte, venceremos. En este entramado de anécdotas y vivencias que es la novela del gallego Marcelo cuesta sobremanera distinguir lo real de la ficción, pues en Cuba ambas van cogidas de la mano guiadas de la exageración. Una novela que cubanea, que se contonea, que te llama la atención llegando al punto culminante de la intriga cuando descubres que jamás volverás a estar así en La Habana, como en el cielo.

El segundo libro de este verano lo comencé en la Olmeda, un tanto inconscientemente ya que pensé que tendría tiempo de acabarlo. Ahora hablo de Tres lindas cubanas del escritor Mexicano Gonzalo Celorio. Un libro autobiográfico que puede parecer un puente entre México y Cuba, la tierra de sus mayores, pero que en realidad cuenta la historia de las hermanas Blasco Milián hijas de la colonización, emparentadas con ricos comerciantes del negocio de la piel, acostumbradas a una vida de disciplina rigurosa pero con todas las comodidades que el dinero ofrece, se ven separadas y enfrentadas por la Revolución. Es Celorio quien, con numerosos viajes realizados a La Habana a lo largo de treinta años, nos da cuenta de las diversas situaciones políticas que experimenta el país, de las distintas opiniones sociales al respeto, pero sobretodo del cambio que sufre el país a los ojos del visitante y de la transformación ideológica que él mismo sufre, él que está anclado a Cuba por su historia familiar, que sentía la revolución como propia, que para él Fidel era un héroe… Desde la fascinación al desencanto, hablando siempre desde el amor porque Cuba está en su corazón y su Corazón está en cuba, haciendo una aguda crítica al país sin caer en los tópicos. Pero también, y sobretodo, es un homenaje a muchos escritores cubanos; Carpentier, Lezama; Eliseo Diego, Dulce María Loynaz, Nicolás Guillén…

Espero que con estas dos escuetas divagaciones sobre mis libros del verano tengáis suficiente como para que os pique la curiosidad y haceros con un ejemplar de algunos de los dos, realmente reflejan mucho de lo que vi y escuché en estas lejanas y hermosísimas tierras caribeñas.

8 comentarios:

Marcel dijo...

Hace poco empecé un libro del colombiano Evelio Rosero. Nunca me ha llamado la atención la literatura iberoamericana por resultarme excesivamente "cursi". El caso es que tuve que dejar ese libro por el mismo motivo. Continuo uso de diminutivos, frases rococós sin ninguna trascendencia lírico-argumental...
Espero poder "cruzar el charco" algún día, pues así seguro que me animo a aceptar alguna de tus propuestas, pues estoy seguro de que no me decepcionarían.

Un saludo!

Carol dijo...

¡Hola Marcel!

Qué bueno verte por aquí. Hombre, eso de categorizar toda la literatura iberoamericana de "cursi" no se yo si es muy ético...Es lo mismo que hace el resto del mundo creyendo que en España todos somos grandes aficionados a la tauromaquia y expertos bailarines/as de sevillanas. Pero bueno, si que tengo que reconocer que tiene un deje general distinto al deje de otros paises, pero no por ello es peor. Bueno, hay de todo como todo el mundo pero yo personalmente prefiero una buena novela iberoamericana lo más "cursi" que puedas imaginar que otra pantochada de Dan Brown por muy Best Seller que sea (¿y porqué no Superventas como se decía antes?).

Yo también espero que algún día cruces el charco para que aceptes algunas de mis propuestas, pero de momento me conformaré con que aceptes mi propuesta de Nieve porque ya se que a Kawabata no vas ni a tocarlo...

Víctor dijo...

Hola Carol... gracias por el comentario tan interesante que has puesto en mi blog, es la pata que le faltaba para completar mis comentarios sobre Cuba (limitados al "resort" y a La Habana, ya sabes).

Te cuento una anécdota cubana, relacionada con la literatura (que tanto te gusta) a ver si por casualidad te pasó a ti lo mismo. Habrás visto, seguro, que no paran de hablar de José Martí...que si Martí esto, que si lo otro, que si patatín, que si patatán... Pues paseando un buen día por La Habana, en la calle O'Reilly si no recuerdo mal, nos metimos en una librería bastante grande para curiosear. Allí, una vez más, venga a ver libros "sobre" Martí, hasta que de repente se me iluminó una bombilla y me dije: joer, pues me voy a comprar un libro "de" Martí a ver éste hombre qué demonios escribía..... Pues nada chica, no tenían ningún libro escrito por Martí, sólo hagiografías de él... así que me compraré algo aquí en Madrid, porque realmente me pica la curiosidad.

Carol dijo...

Pues si Víctor, algo así me pasó a mi también. Se ve que allí honran más a Martí por su vertiente revolucionaria que por su vertiente literaria... Yo conocía antes a Martí como poeta que como revolucionario así que me choco bastante la idea. Pero al final si que encontre un librito suyo que un señor muy amable me vendió en el mercadillo de libros de la Habana. No se si tuviste la oportunidad de visitarlo, pero realmente era un mercadillo muy bueno, casi todo autores cubanos pero interesante el ambiente, los vendedores y eso.

Marcel dijo...

Al margen de la literatura... seguro que no soy el único que piensa que el blog ha mejorado su estética ostensiblemente, aunque aun le quedan pequeños detalles que pulir.
En fin, supongo que la dinámica es positiva.

Carol dijo...

Bueno Marcel, me alegro de que te guste la nueva imagen de mi blog. Ya me dirás cuales son los detalles que crees que hay que pulir...

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Caramba Carol:
Me ha dolido en mi amor propio lo que ha dicho el amigo Marcel sobre la literatura latinoamericana. Creo, que en mi país, Cuba, puede leerse a grandes escritores como José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Guillermo Cabrera Infante, entre otros. Pero me gustaría saber si lecturas como Paradisso o El siglo de las luces, le parece cursi, jejeje. Creo que hay que leer más antes de ponerse a decir estas cosas.
Bueno, me he sorprendido con esto de tu viaje a Cuba.
El libro de De Armas Marcelo lo tengo en casa. Empecé a leerlo, pero no lo terminé porque no me enganchó.
Sí te cuento que al menos en la edición que yo compré, detecté un error lamentable.
Habla en las primeras páginas de un bar que él llama "La Zorra y el Ciervo", cuando todo habanero sabe que el bar discoreca que está en plena Rampa habanera se llama "La Zorra y el cuervo". Creo que se lo debió dejar leer a un cubano antes de publicarlo.
Del libro me incomodó su deseo de demostrar ese gran conocimiento de la Habana. Puede que para un foráneo eso sea atractivo, pero para un cubano no. Es que no me decía nada nuevo, y eso que me encanta ver la visión de mi país de la gente de fuera.
¿No escribiste tus memorias sobre Cuba en ningún sitio? Me encantaría leerte hablando de la isla. Un abrazo:
Tadeo

Carol dijo...

Hola Tadeo,
Bueno, supongo que yo al ser Barcelonina no he detectado esos errores que tan profundamente te molestaron, supongo que es bastante común a mi también me duele cuando detecto errores cuando hablan de Barcelona.
Durante cada viaje que hago escribo mis vivencias, mis opiniones, pequeñas direcciones o cosas que quiero recordar en una libreta o una especie de diario. Por supuesto que cuando fui a Cuba hice lo mismo pero me da un poco de vergüenza mostrarlo a nadie porque estan escritos tal cual, las primeras cosas que me venían a la cabeza, nada de ampulosidades ni retórica, ni un atisbo de literariedad. Simplemente hilbanaciones de pensamientos o palabras entrecruzadas... No creo que puedan considerarse algo así como "mis memorias" de Cuba, simplemente son cosas que me impactaron o cosas que me parecieron importantes. Un país hermosísimo el tuyo, por cierto. Creo que jamás desaprovecharé la oportunidad de volver.